viernes, 20 de agosto de 2010

Hay que agradecer los pequeños regalos que te da la vida

Un pequeño escalofrío recorre mi cuerpo cuando tus labios soplan levemente en mi nuca, me has pillado desprevenida.
Tus brazos recorren mi estómago formando círculos en mi ombligo. Me haces reír. Lo sabes.
Tu cara se pierde en mi pelo, lo hueles y siento como sonríes. Tienes una extraña manía con que no me lo corte, al final va a tocar el suelo.
Mientras me rio con ese extraño pensamiento leo en tu cara una expresión que conozco desde hace poco tiempo. Tú me quieres. -pienso- Casi tanto como yo a ti.
Pienso en cómo ha llegado esto hasta aquí, pienso en cuándo te convertiste en algo más, aunque, muy en el fondo, supongo que lo supe desde el principio.

2 comentarios:

  1. Dicen que la vida es eso que te ocurre mientras tú haces otros planes. Por eso, a veces, nos sorprenden tanto esos regalos que nos da y que no sabemos muy bien cómo han llegado hasta nosotras (peroqueagradecemosinfinitamentequeesténahí)

    Esa clase de certezas se tienen sólo una vez en la vida, ¡no la dejes escapar! =)

    ResponderEliminar